Álvaro aprovechará el hueco dejado por Aníbal para introducirse en Casa Grande.
Álvaro (Alejandro Albarracín) es un hombre de mundo que ha viajado y estudiado y que está muy por encima de las exigencias de su puesto de capataz en Casa Grande. Las razones por las que ha llegado a Tierra de Lobos son desconocidas, aunque pronto deja ver que tiene algo contra Lobo, alguna afrenta que sólo él conoce. Su pasado se irá revelando poco a poco a través de sus encuentros con otros personajes como Inés, con la que coincidió en el pasado. Posee un código moral que no le permite hacer las cosas de cualquier manera y trabajar para Lobo le produce un eterno conflicto. Siente una debilidad por Almudena, con la que simpatiza y de la que se compadece. Poco a poco se irá enamorando de ella, lo que chocará frontalmente con sus planes de venganza.
César y Román, enterrados vivos
Cuando César y su antigua banda regresan del atraco al Banco de Toledo, descubren que Lobo les ha tendido una trampa. A punta de pistola, el cacique l es obliga a meterse en unos ataúdes y los entierran vivos. Cuando Aníbal lo descubre decide ir a rescatar a sus hermanos y abandona Casa Grande para siempre, aunque tal decisión le cuesta la boda con Nieves. Entretanto, Isabel es encerrada en un convento para purificarse y allí una dura madre superiora intentará liberarla de su impureza mediante el castigo físico.
Por otra parte Álvaro, un joven misterioso, llega a Tierra de Lobos. Cuando descubre que en Casa Grande van a contratar a un nuevo capataz, eliminará al candidato y conseguirá el puesto suplantando su personalidad. Mientras, Rosita, la pequeña de los Lobo, y Miguel, el hijo de Elena, salen a jugar al bosque y encuentran el cadáver de Félix.
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